TURANDOT – ACTO I – ARGUMENTOTurandot es la princesa imperial de China y heredera del trono. Turandot propone unos dificilísimos enigmas a todos los pretendientes a casarse con ella. Si no los aciertan, el castigo es la muerte. Así da comienzo el primer acto. El pueblo está pendiente de presenciar la ejecución del último candidato: el príncipe de Persia.
Entre la multitud se encuentra Timur, el rey de Tartaria que ha huido con su sirvienta Liù al ser depuesto del trono. El anciano cae empujado por la gente y Liù pide ayuda. Acude un joven, el príncipe Calaf, que descubre que el que ha caído es su propio padre. Ambos habían huido de Tartaria después de la revolución pero se habían perdido el rastro. Liù está secretamente enamorada de Calaf.
En esto que aparece Turandot, dispuesta a dar la orden para la ejecución del príncipe persa. Calaf se enamora de ella nada más verla y decide presentarse como candidato a su mano. Timur y Liù le ruegan que desista de esa intención pero fracasan y se acerca al gong para convocar las pruebas. Los tres ministros de Turandot, Ping, Pang y Pong también le piden que renuncie, pero fracasan igualmente. Calaf se acerca al gong y lo golpea tres veces.
TURANDOT ACTO II – ARGUMENTO
Ping, Pang y Pong se lamentan de la vida que llevan en la corte de Pekín, debido a la costumbre que tiene la princesa Turandot de eliminar a todo pretendiente que no logre adivinar sus difíciles enigmas. Añoran una vida más placentera y no la que viven en esa corte sanguinaria.
En el palacio imperial la asamblea aclama al emperador, Altoum. Junto a él están los ocho sabios con los rollos que contienen las respuestas a los enigmas. Ante toda la corte se halla todo el pueblo y entre la multitud están Timur y Liù.
Altoum ruega a Calaf, el nuevo pretendiente a la mano de Turandot, que se retire, pero tampoco consigue convencerlo: Calaf está dispuesto a continuar con el desafío de la princesa.
Hace su entrada Turandot, que explica que en esa corte, su antepasada Lou-Ling sufrió la violencia de un extranjero. Este suceso ha sido el desencadenante de que ella imponga a todos los hombres que la pretenden la resolución de los enigmas.
No cuesta mucho ver que Turandot teme ser amada más que otra cosa. Ella también le pide a Calaf que se retire, ya que aquello acabará con su muerte. Calaf, dice que lo que vendrá será la vida y le pide a la princesa que proponga sus tres enigmas.
Turandot propone el primero: algo que vuela de noche, recala en los corazones pero desaparece al llegar el alba. Calaf medita su respuesta y responde: la esperanza. Los sabios dan la respuesta como correcta.
El segundo enigma propuesto por la princesa es algo que brilla como una llama sin serlo. Si pierdes o mueres, se enfría; si conquistas, se enciende. La respuesta de Calaf es: la sangre.
El clamor ante este nuevo acierto es impresionante, tanto que Turandot, irritada, manda azotar a la multitud que grita.
Turandot lanza con temor su tercer enigma: un hielo que te da fuego, pero a la vez cuanto más fuego da, más se hiela. Es blanca y oscura a la vez. Si te quiere libre, te convierte en su esclavo, pero si eres su esclavo acabas siendo rey. Turandot cree haber logrado vencer a Calaf al que ve dudar. Finalmente Calaf da la respuesta: ¡es la propia princesa Turandot!.
Calaf ha conseguido acertar las tres respuestas. La multitud lo aclama, pero Turandot ruega a su padre para que no la obligue a aceptarlo como esposo. Altoum dice que no puede faltar a un juramento sagrado y que ella debe aceptar.
Turandot le dice a Calaf que jamás será suya, solo la tendrá por la fuerza y ella siempre lo rechazará. Calaf entonces, le ofrece una manera de librarse de él y le propone un enigma, si lo adivina él morirá y ella quedará libre. El enigma es su nombre. Si ella se lo dice al amanecer, él morirá.
El emperador desea que Calaf triunfe y se retira con toda la corte.
TURANDOT ACTO III – ARGUMENTO
Es de noche, pero nadie duerme en Pekín. La princesa Turandot ha amenazado con la pena de muerte a quien esa noche duerma. Todos deben ayudarla a conocer el nombre del extranjero. Calaf, que oye la orden de la princesa, dice que al día siguiente toda la frialdad de Turandot se disolverá al calor de su beso.
Ping, Pang y Pong le piden que les diga su nombre, a cambio le ofrecen todo lo que pida y una huida segura. Temen morir todos si Turandot no consigue saber el nombre del príncipe. El pueblo de Pekín también le ruega que desvele su secreto, todos conocen y temen la crueldad de Turandot.
Unos guardias traen a Timur y a Liù. Los vieron con él y, aún desconociendo el parentesco que les une, creen que ellos sí sabrán su nombre.
Llaman a la princesa para que presencie el interrogatorio. Calaf asegura que los detenidos no saben cual es su nombre, cuando Liù dice que ella es la única que lo sabe, pero que guardará el secreto.
Todos exigen que lo diga y que si fuera preciso se la torture. Calaf intenta defenderla, pero la empiezan a torturar. Turandot la interroga y Liù le dice que su corazón de hielo se derretirá con el amor de Calaf, una vez ha dicho esto se da muerte con el puñal de un soldado.
Timur se va acompañando el cadáver de Liù y quedan Turandot y Calaf frente a frente. El príncipe la acusa de crueldad y de matar a inocentes. Turandot no quiere que se le acerque, pero a pesar de su resistencia, Calaf la besa.
Turandot reconoce que Calaf ha logrado llegarle al corazón y le ruega que se vaya. Entonces Calaf le dice su nombre, poniendo así su vida en sus manos.
Turandot reune a la corte y al emperador. Ante todos proclama que ha vencido ella, ya que antes del alba ha sabido el nombre del extranjero: su nombre es ¡amor!. Todos celebran que este final feliz haya transformado a la princesa.
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