27 abr 2013

Viajes: TUNEZ


Fotografía: Guillermo Higueras

Proverbio tunecino:   El avaro guarda todo su dinero para tres personas que él detesta: el futuro esposo de su mujer, su yerno y su nuera.

Documental: Paraisos cercanos - Tunez


Cine: Claudia Cardinale


Arte: Mahmoud Sehili


De interés: http://www.afribuku.com/mahmoud-sehili-una-explosion-luminica-en-la-pintura-de-tunez/

Música: Sonia M'barek


Gastronomía: Cuscús con garbanzos y verduras


» Ingredientes para cuatro personas
250 g de cuscús
300 g de garbanzos
1 calabacín, 2 zanahorias, 1 cebolla
1 puerro, 1 diente de ajo
aceite, pimentón dulce, orégano albahaca, pimienta

» Preparación (60 minutos)
Lavar el calabacín y la zanahoria y cortarlos en cuadritos. Pelar la cebolla y el ajo y picarlos. Cortar la base y la parte verde del puerro y picarlo. Rehogar la cebolla y el ajo en una cazuela con un poco de aceite 5 minutos. Añadir la zanahoria y el puerro y freírlos 5 minutos. Agregar el calabacín. Verter el caldo y cocer 15 minutos. Por último, añadir los garbanzos y sazonar con el pimentón, el orégano y la pimienta. Preparar el cuscús y cocerlo siguiendo las instrucciones del fabricante. Dejarlo reposar 8 minutos. Agregar un poco de aceite de oliva y remover. Mezclarlo con las verduras, espolvorear con albahaca, enfriar y servir.

Libros: La estatua de sal de Albert Memmi


   (...) Como novelista, el autor tunecino nos cuenta su amarga juventud en La estatua de sal (1953), texto que le sirvió para orientar su existencia judía dentro de un mundo árabe, y toparse con la imposibilidad de una vida humana consumada en el África del Norte posterior a la segunda mitad del siglo XX, dando pie a lo que sería su segunda obra, Agar (1955); en ambas, Memmi describe la quemante tierra africana a través de su mirada, dejándonos sentir, por medio de la nuestra, el fuego abrasador de su magistral pluma.

19 abr 2013

Viajes: POLINESIA FRANCESA


Fotografí: Jodi Cobb

Proverbio de Polinesia: ''Para ser feliz en la vida debes poseer sólo el karma que puedas salvar en un naufragio'' 

Documental: Polinesia Francesa


Tatuajes Polinesios




Según la leyenda polinesia, el tatuaje es un don de Dios y ha sido creado por dos hijos del Dios Ta’aroa : Mata Mata Arahu et Tu Ra’i Po.
Estos dos hermanos formaban parte de un grupo de artesanos que a su vez pertenecían al grupo de elegidos del dios de la habilidad. Parece ser que mientras una de las hijas del Gran Dios, Hina Ere Ere Manua, se convertía en “reina”, los dos hijos de Ta´aroa cayeron locamente enamorados de ella y para conquistarla no se les ocurrio otra cosa que tatuarse, orneándose los dos de un motivo llamado “Tao Maro Mata”, hecho que al parecer maravillo a la doncella encerrada que no dudo en escaparse con ellos para probar la misma suerte, es decir, tatuarse.
Y así es como nacio el tatuaje en Polinesia. La practica fue utilizada al inicio solo por estos dos hijos de Dios pero con el tiempo acabaron por transmitir su saber a los mortales, que terminaron por encontrar en la practica del tatuaje algo realmente novedoso y realmente util.
El tatuaje tal y como se practica hoy en dia en el mundo entero tiene varios orígenes pero el mas claro sigue siendo sin duda el polinesio.
Tanto es así que hoy en día podemos afirmar sin equivocarnos que el tatuaje polinesio es el gran embajador de las culturas ligadas al triangulo del Pacifico.
Como sabéis, la traducción de la palabra TATAU es “aquello en lo mas profundo del hombre”.
En las islas Marquesas por ejemplo se dice que es la piel la que nos diferencia como humanos y mortales de los espíritus y que es la expresión de la identidad que refleja nuestro pasado para dejar entrever el futuro de una linea que viene de la noche de los tiempos.
El tatuaje nos ha sido transmitido por nuestros ancestros divinos, los dioses, para mostrarnos dignos antes sus ojos y prepararnos físicamente.
Desvirtuar este arte, sus motivos y su identidad es tirarnos piedras contra nuestro propio tejado en tanto que humanos. La historia del tatuaje es difícil de diseñar incluso si se trate de una practica ancestral que ni siquiera podemos situar con exactitud en la historia de la Tierra pero todo humano esta obligado a respetarla.
 
TATAU POR SEXOS
En el caso de los hombres, en las primeras civilizaciones polinesias la practica del TATAU empezaba generalmente muy pronto, concretamente entre los once y los doce años. La razón era que de esta manera los jóvenes polinesios estaban totalmente tatuados al alcanzar la madurez a los treinta años.
En el caso de las mujeres, el tatuaje tenía una vocación mas bien ornamental y estaba destinado claramente a la seducción. Las partes elegidas para los tatuajes femeninos eran las partes del cuerpo para hacer a las hembras mas atractivas y elegantes.
Las niñas eran tatuadas desde los ocho años y de esta manera alcanzaban la pubertad bien marcadas. Los layouts y la simbología utilizada en los tatuajes de mujeres solían componerse de lineas sobre la cabeza que bajaban por las mejillas y las orejas hasta contornear los labios. Las mujeres se tatuaban igualmente el coxis, las piernas y las espaldas.
En cuanto a las manos y los dedos, las antiguas polinesias solían recubrirse de tatuajes todavía mas finos y con motivos que simulaban joyas. Era un claro de símbolo de integración social pues todas aquellas mujeres sin las manos y los pies tatuadas eran repudiadas.
 
AUTENTICIDAD DEL TATAU. LENGUAJE y MARCA SOCIAL
En cuanto a la autenticidad de los tatuajes en las primeras generaciones polinesia, es patente y está claramente ligada a este arte.
De hecho, los auténticos “Tahuna” (los especialistas, los primeros tatuadores polinesios) no podían tatuar dos veces un mismo motivo y la reproducción total o parcial de un tatuaje les estaba totalmente prohibida. La razón es que el “TATAU en si mismo era considerado como el alma del tatuado” y por tanto única.
Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el tatuaje polinesio, dado su carácter divino, estaba destinado al uso exclusivo de la clase alta de la sociedad: dioses, sacerdotes, reyes y sus descendientes. Era una manera de marcarse para establecer una diferenciación con las clases bajas. Y recibía otro nombre todavía mas concreto: el “Hui Ari’i et Arioi” (“only reyes y reinas”)
Tanto es así que ya en el siglo XIX el médico mayor Ch. L. Clavel descubrió en su estancia en las islas Marquesas que el hecho de no estar tatuado era el principal impedimento para que algunos pudieran comer carne humana. Nuestro misionero cita así « una mano en la que la cara dorsal no estaba adornada desde falanges hasta puño no podía ni por asomo coger comida del plato de “popoï” (guiso a base del “uru” o arbol del pan).
Otro testigo de estas costumbres, el marino ingles E. Robarts, que residió en Marquesas durante un tiempo en el siglo XIX, contó a la vuelta de su viaje que tuvo que tatuarse el pecho para que le dieran de comer en una epidemia de hambruna.
Como veis, cuanto mas tatuada estaba la persona, mas era su prestigio social y ante los demás no solo eso, el hecho de estar bien tatuado representaba una especie de defensa natural, un signo o demostración de fuerza, poder y/o riqueza.
Es por ello que era fácil encontrar los tatuajes mas “trabajados” sobre todo en individuos guerreros (muy importantes en la escala social de la época) o jefes de tribu. En el otro lado se situaban los individuos no tatuados, que eran despreciados respecto a aquellos que se tatuaban desde las cabeza a los pies que eran claramente admirados.
Antes de la llegada de los misioneros, los polinesios no utilizaban el lenguaje escrito y transmitían su conocimiento oralmente. Para ellos el tatuaje era una manera de marcar la persona y registrar su identidad dado que indicaban el rango social, la jerarquía, la madurez sexual o la genealogía.
Prueba de este carácter un poco registrador es que el arte de tatuar en aquella época estaba considerado por todos como “Tapu” (Sagrado-Prohibido) y se reservaba solo a los verdaderamente conocedores del mismo como las clases sociales superiores y jefes de tribu.
 

Arte: Gauguin - Etapa en la Polinesia


De interés: http://www.youtube.com/watch?v=aKBbUnouO3c

Música: Panini Pua Kea y Baile típico mujeres polinesia

 
 

De interés: http://www.youtube.com/watch?v=5K_ZU6RUOEU

Gastronomía: Poisson Cru


   Este plato es pariente del sashimi, la carne tártara, el ceviche y el poke hawaiano, pero en su variante tahitiana incluye un procedimiento final que le da su identidad: la leche de coco. El pescado crudo se mezcla con cebolla, pepino y tomate, pero se marina con limón y leche de coco fresca. Para quien quiera intentarlo, aquí está la receta del poisson cru:
 
   Ingredientes principales:
 
300 grs de bonito o atún blanco fresco
1/2 pepino
1 tomate maduro y prieto
1/2 cebollita o cebolleta
1 trozo de pimiento verde
4 hojas de lechuga
Sal y pimienta
El jugo de dos limones
1 vasito de leche de coco
 
Como el pescado se consumirá casi crudo lo mejor es congelarlo en trozos grandes y limpios. Cuando esté aún algo congelado aprovecharemos para cortarlo en daditos pequeños y si ya está limpio lo pondremos a macerar durante 20 minutos con el jugo de los limones. También se pueden emplear limas. En la receta original se emplean limones de las islas marquesas, pero va a ser un poco complicado encontrarlos. El pescado no debe macerar en exceso ya que se debe comer crudo. Mientras macera cortamos las hortalizas en trocitos y las sazonamos. La lechuga la cortaremos en tiritas finas y la colocaremos como cama en los recipientes donde vayamos a servir el plato. Cuando el pescado ya esté macerado le retiramos casi todo el jugo de limón, lo salpimentamos bien y le añadimos la hortalizas ya cortadas en trocitos. Le echamos la leche de coco y mezclamos todo el conjunto. Colocamos la mezcla sobre la cama de lechuga. Se sirve fresquito como primer plato para una cena especial. Es un plato típico de la polinesia francesa. También podemos encontrar esta misma receta pero sin leche de coco, aliñando el bonito crudo con aceite, jengibre, pimienta y ajito picado.

Libros: El Navegante de Morris West


   Gunnar Thorkild, huerfano de una princesa de la Polinesia y un marino noruego. Criado y educado en un orfanato católico al acabar sus estudios, vivió una larga temporada con su abuelo un Chaman y Gran Navegante de las islas del Pacífico. Al volver a la vida académica como profesor e investigador de antropología en la universidad de Hawai. Su prestigio y carrera académica se ve dañada por publicar que existe una isla desconocida donde van a morir los grandes jefes y navegantes polinesios sin mas prueba que el testimonio de su abuelo.

14 abr 2013

Viajes: RUSIA


Fotografía: Izzet Keribar

Proverbio ruso: ¡Caer está permitido. Levantarse es obligatorio!.

De interés: http://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_San_Basilio

Documental: Españoles por el mundo - Moscú


Arte: Kandinsky


 
 


Cine: Fausto


De interes:  Madre e hijo. https://www.youtube.com/watch?v=V36G6aSRqVw

Música: Chaikovsky


De interés: Kalinka http://www.youtube.com/watch?v=qn06W-iBfkQ

Gastronomía: Borscht


Ingredientes
  • 1/2 Kg. de remolacha fresca
  • 1 cebolla
  • 1 patata
  • 2 puerros
  • 2 zanahorias
  • 1 penca de apio
  • 1 yogur natural
  • agua
  • aceite virgen extra
  • sal
  • nuez moscada
  • perejil
   Pica finamente la cebolla y rehógala en una cazuela con un poco de aceite. Sazona. Añade la remolacha y la patata cortadas en cuadraditos. Cocina y reserva.
   Corta las zanahorias por la mitad a lo largo y después en medias lunas y cuece en una cazuela con abundante agua.
   Agrega el puerro cortado en rodajas y la rama de apio entera. Incorpora unas ramas de perejil atadas con una cuerda. Sazona y cocina durante 15 minutos.
   Retira el apio y el perejil del caldo y vuelca el resto en la cazuela de la remolacha. Agrega una pizca de nuez moscada rallada y cuece a fuego no muy fuerte durante 10 minutos. Sirve en plato hondo y vierte el yogur natural por encima. Decora con perejil.
   Consejo:
   Para pelar las remolachas os recomiendo utilizar guantes de latex o bien mojar las manos con vinagre y enjuagarlas inmediatamente. Esta verdura desprende un jugo granate que tiñe las manos.

Libros: Guerra y Paz de León Tolstoi


   Guerra y paz narra las vidas y vicisitudes de los componentes de varias familias aristocráticas rusas entre 1805 y 1815, durante las guerras napoleónicas. El libro alterna la descripción de la brillante pero tal vez vacía vida de la aristocracia moscovita y peterburguesa: las cenas, los bailes, las partidas de caza, con la dura pero feliz vida en el frente, con precisas descripciones de las batallas de Austerlitz y Borodinó.
   Pero naturalmente, la novela va más allá de la mera descripción costumbrista y brillan en ella las disquisiciones morales, a veces puestas en labios de los personajes, a veces en boca del propio autor. Agrada la mezcla acertada de cierto pesimismo que transpiran los personajes, que se muestran insatisfechos, desilusionados, incluso cínicos; con la idea de que a pesar de todo, la esperanza subsiste y el hombre jamás se puede librar de ella, pues siempre, entre las ruinas de sus ilusiones, encuentra los materiales con los que construir ilusiones nuevas.

7 abr 2013

Viajes: ALEMANIA


Fotografía: Timothy Bruk (Puerta de Brandenburg)

Proverbio alemán: Si prestas, o pierdes el dinero o ganas un enemigo.

Documental: Paraísos cercanos. Soroeste alemán.


Arte: Alberto Durero


Adam y Eva.

De interés: http://es.wikipedia.org/wiki/Pintura_de_Alemania

Cine: Sophie Scholl


  
   El 22 de febrero de 1943 Roland Freisler, juez para bien o para mal, del Tribunal Popular Alemán, el Volksgerichtshof, declaró culpables de traición al régimen nazi a los dos hermanos Scholl y a Christoph Probst. Su delito fue tirar unas octavillas en contra de Hitler y a favor de la paz. El juez Roland Freisler había sido un declarado y acerrimo comunista antes de que en 1925 se hiciera militante del partido nazi. Los Hermanos Scholl y Probst murieron en la gillotina ese mismo día 22. Al juez nazi le cayó una bomba encima antes de que acabara la guerra.

Música: Bach - Rammstein

 
 
 

Gastronomía: Weisswurst, Bretzel y cerveza.




La salchicha blanca (Weisswurst), un bretzel, mostaza dulce y por supuesto la cerveza (Weissbier). Es el desayuno típico en Baviera y es la especialidad muniquesa más representativa.

La salchicha blanca se sirve cocida en agua, tiene una piel muy fina (tripa de cerdo) que no se come. Desnudar la salchicha forma parte de la experiencia de comerla. Para ello se hace un corte muy ligero a la salchicha a lo largo y así sale la piel completamente, de una pieza. Los expertos en el tema dejan la piel en el plato.

Bretzel/Laugenbretzel

Para 8 unidades, tiempo de preparación: 40 minutos

Tiempo de cocción: 35 minutos aprox.

Tiempo adicional: 55 minutos (de leudado y enfriamiento)

Ingredientes:

- Harina de trigo 500 g – Levadura de cerveza fresca 30g – Azúcar 1 cdta. – Agua tibia 250 ml – Sal 1 cdta. – Harina de trigo para espolvorear – Sal gruesa para espolvorear – Manteca para untar la placa

Preparación:

Tamizar la harina sobre el bol,formar una corona y poner la levadura con el azúcar. Después, vertir los 1/3 taza de agua tibia y deshacer la levadura con los dedos.

Luego, tapar el hueco, espolvoreando por encima la harina de los borde y dejar reposar tapado, con el paño, en un lugar templado unos 20 min.

Pasado ese tiempo, añadir el resto del agua tibia y la sal y, en el bol, amasar golpeando, con los puños, hasta que la pasta se desprenda del recipiente y forme burbujas.

Sobre una mesada espolvoreada con harina, cortar la masa en ocho trozos. Formar un rollo, con cada uno de los trozos, de 50 cm. de largo cuidando que sean más anchos por el centro. Luego, cruzar las puntas, formado un lazo y pegarlas, humedeciéndolas con un poco de agua, para darle forma de Bretzel. Dejar reposar los bretzels 15 min.

Mientras tanto poner el horno a temperatura alta, para precalentarlo. Cuando esté por cumplirse ese tiempo, en la olla vertir el litro de agua, con el bicarbonato, mezclando para que se disuelva y llevarla a hervir, a fuego alto.

Deshacer el bicarbonado en ella. Cuando entre en ebullición colocar con cuidado 2 rosquillas, durante 1 min., dándoles varias vueltas, retirar y dejar escurrir sobre papel absorbente mientras se repite el procedimiento con el resto de los bretzels.

Unte con manteca la placa, distribuirlos, espolvorar con la sal gruesa y hornear entre 25 a 30 min. o hasta que estén dorados. Retirar y dejar enfriar.

Cerveza alemana: Alemania tiene la fama de ser un país consumidor de cerveza, siendo por tradición uno de los países más cerveceros de Europa. Es así con sus 131,7 litros por persona y año (2005) ocupa el tercer puesto en Europa, después de la República Checa e Irlanda. España por ejemplo ocupa el lugar décimo, siendo la media europea de 84,4 litros por persona y año. La cerveza es en la gastronomía alemana un acompañamiento natural de algunos platos, de esta forma en muchas especialidades de Baviera no se entiende el plato sin un tipo especial de cerveza (como el caso de las Cebollas al estilo de Bamberg que se toma con una Rauchbier o cerveza ahumada). Las variedades de cerveza alemana son innumerables (cerca de 5.000 tipos de cerveza distintos), cada localidad tiene su estilo propio y no es raro encontrar en algunas localidades cerveza artesanal, o incluso clubes con larga tradición de elaboración de cerveza a su propio estilo.

Libros: El tambor de Hojalata de Günther Grass


   El tambor de hojalata fue considerado de difícil lectura cuando se publicó en 1959. El tiempo le ha otorgado la facilidad de las obras maestras, la indiscutible afirmación de su propio genio, la talla enorme de su desmesurada inventiva, la clara penetración de su crítica cruel, casi masoquista ( de alemán sobre Alemania). La historia de Óscar, el pequeño que no quería crecer, es uno de los símbolos literarios más entrañables de nuestro tiempo. El tambor de hojalata es, sin ninguna exageración, uno de los libros que el siglo XX dejará en la Historia de la Literatura. Nadie sabrá leer nuestro presente sin haberlo leído.

   El día de su tercer cumpleaños es un fecha determinante en la vida de Oscar, el pequeño que no quería crecer. No sólo es el día en que toma la decisión de dejar crecer, sino que recibe su primer tambor de hojalata, objeto que habrá de convertirse en compañero inseparable para el resto de sus días.

   La crítica mordaz, la ironía despiadada, el espectacular sentido del humor y la libertad creadora con que Günter Grass construye esta obra maestra convierten a El tambor de hojalata en uno de los títulos más destacados de la historia de la literatura.